A decir de Aristóteles, fuera de la sociedad el hombre es una bestia o un Dios. La conversión en deidad supone un acto sobrenatural, un milagro. No hay argumentos a favor de los milagros. Nos queda entonces la expresión bestia, que resuena como un lance demasiado burdo para la fineza del filósofo. ¿A qué se refiere Aristóteles? Él sabía que el ser humano no puede vivir fuera de un conglomerado. La imagen del solitario es, en realidad, una fantasía muy popular, pero fantasía al fin y al cabo. Si bien es cierto que Daniel Defoe tomó el caso real de un náufrago para escribir su célebre Robinson Crusoe , también lo es que se trata de una referencia más bien mítica. Además, ese náufrago regresó a vivir a Londres. El ser humano sólo sobrevive rodeado de semejantes. Entonces, de nuevo: ¿a qué se refiere Aristóteles cuando, sin miramientos, arroja la expresión bestia para calificar a aquel que vive fuera de la sociedad? Más de veinte siglos se interponen. La afirmación ...
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